REVELACION LUNES 20 JUNIO 2009
Estaba en el cuarto de mi hija de un año mirando por la ventana de su cuarto y vi una niña agarrada con sus manos y pies extendidos (la niña tiene dos años pues la conozco). Esta niña hacia ruidos horribles con su boca a la misma vez que movia su mano como un león. Yo le decia que se bajara de la ventana cuando se echó un poco hacia atrás rompiéndo la misma con su pecho. Los vidrios de la ventana se esparcieron por todo el cuarto. La niña entonces entró al cuarto de mi hija y yo corrí hacia ella porque pensaba que se habia destrozado. En eso me di cuenta que el dedo índice de mi mano izquierda sangraba profusamente, habia un pedazo de vidrio enterrado y el dedo casi colgaba.
Mi esposo entró al cuarto y me vió la herida y se comenzó a preocupar pero yo le decia que yo estaria bien, que la nena era la que me preocupaba. Entonces fue que logré llegar hasta ella. (ésta, cuando logró tener acceso al cuarto, cayó al piso, se encorvó y hacia ruidos demoníacos). La ví, era un demonio, no la niña. Sus ojos rojos, horribles. Le dije a mi esposo que llamara al papá de la niña y cuando el entró al cuarto también cayó al suelo en posición fetal mientras decia: "no puedo mas, no puedo mas!" Me le acerqué y le dije: "te hemos dado tratados, en tu trabajo seguro que hay algún cristiano que te ha hablado de Cristo".
Entonces, cuando le iba a preguntar si queria aceptar a Cristo, desperté del sueño. Estaba muy angustiada y le pedia al Señor que cuidara mi familia, hijos y mi hogar.
En la noche hablé con una sierva de Dios en Estados Unidos llamada Marta a la cual le conté el sueño y el Señor me habló através de ella de que venia un ataque, que cuidara a mi niña y que la ungiera y orara por ella. Clamamos hasta la madrugada y luego continué orando en mi casa y me acosté. Me acosté!!! Qué error!!! Se me habia olvidado ungir a mi hija. Al dia siguiente, el 21 de julio de 2009, oré al levantarme y continué mi rutina diaria. Sabia que debia hacer algo pero no recordaba que era. En la tarde, casi de noche, veia una película con mi familia porque habia llovido mucho y esto nos imposibilitó el salir.
Aproximadamente a mitad de película la nena decidió subirse a su cama lléndose de lado. La tomé de su brazito para que no se cayera. De pronto comenzó a llorar desgarradoramente. Gritaba y lloraba. Yo me desesperé. Me dí cuenta que no movia su brazo derecho y que comenzó a hincharse a tornarse morado. Me la llevé a la sala tratándo de calmarla, pero nada daba resultado. No queria llevarla a emergencia porque habia muchas personas allá con el virus de la gripe, pero mis esfuerzos por calmarla parecian infructuosos.
Entonces le dije a mi esposo que yo creia que se le habia partido un huesito dado que se le habia hinchado y lo tenia amoretonado el brazito. Fue entonces cuando recordé lo que Dios me habia dicho de que debia de ungir a mi hija. Llamé a la hermana Marta, eran casi las 10:00pm y le conté lo que estaba sucediendo. Marta me dijo que buscara el aceite que oraríamos juntas por la niña. Así lo hicimos y me despedí de ella mientras mi esposo salía a la farmacia para comprarle algún analgésico a la niña para el dolor. Ya llevaba una hora y media deseperada cuando me fui con la nena al cuarto y le dije a Dios: "Señor, perdóname, te desobedecí, no lo volveré a hacer. Límpiame con tu sangre, quiero servirte como mereces. Por favor, sana a mi hija, une ese hueso roto ahora, por la sangre de Jesús". Hermano, lo que sucedió es un milagro de Dios. Ante mis ojos, la hinchazón iba disminuyendo hasta que cuando cesó la hichazón, ella movió el brazo y lo acomodó quedándose dormida... aleluya!!! Dios es maravilloso, a El solo le damos toda la Gloria y la Honra porque El se la merece.
Quise compartir esta experiencia contigo para que entiendas que cuando Dios nos avisa es para que estemos alerta y sobre todo para que seamos obedientes y fieles a El. Asi como yo me descuidé, muchas veces nos pasa con nuestra vida espiritual. Dios nos alerta que nos preparemos para lo que viene porque muchos tienen su venida por tardanza y Dios no tardará en recoger lo que le pertenece!!
No podemos por nada ni nadie descuidarnos porque nuestro adversario está pendiente y aprovecha nuestros descuidos, pero Dios es más poderoso!!
Leillian Rivera, sierva de Jesús
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